Con respecto a la política
renacentista, hay tres puntos fundamentales que resultan de gran importancia: la
descomposición del feudalismo, la caída de Constantinopla, la formación del Estado
Moderno y la aparición del mecenazgo.
Descomposición del Feudalismo
La importancia de la
descomposición del feudalismo en el contexto de la aparición del renacimiento es
suma, pues la transición de la economía feudal a la moderna permite liberar
tiempo de las clases sociales y la aparición del comercio. Aunque este punto ya
haya sido tratado en anteriores exposiciones, consideramos crucial dar un breve
repaso de las circunstancias que llevaron a la eventual descomposición del
feudalismo, un sistema social, político y económico impuesto en Europa entre los siglos IX y XIII
basado en la existencia de feudos, término que designaba a la tierra que el
señor otorga al vasallo en el contrato de vasallaje.
El feudalismo, que había
alcanzado su punto máximo en el siglo XIII, empezó a descomponerse hacia el
siglo XIV, cuando un grave descenso demográfico ocasionado por la peste negra
junto al perfeccionamiento de las técnicas agrícolas, el resurgimiento urbano y
especialmente del comercio provocó que las relaciones vasalláticas empezaran a
quebrarse. Al no existir estas relaciones y empezar a separarse las clases
sociales, especialmente con la aparición de la burguesía, se podría decir que
el feudalismo comienza su final.
Así, encontramos tres eventos
claves que significan en la descomposición del feudalismo: en lo social, el
sistema social deja de ser tan cerrado en sí mismo. En lo político, el descenso
demográfico provoca el surgimiento del Estado Moderno, que explicaremos más
tarde, y en lo económico, aparece de nuevo el abandonado desde épocas romanas
comercio.
Finalmente, antes de pasar a
profundizar en la formación del Estado Moderno, hay que aclarar que este
sistema no encuentra un real final en ningún momento específico, sino que se
descompone lentamente. Algunos expertos incluso argumentan que en algunos
países, especialmente en vías de desarrollo, existen sistemas económicos
feudales, pero se podría afirmar que el feudalismo monótono desaparece hacia el
siglo XV.
Formación del Estado Moderno
Resulta de real dificultad hablar
de manera general sobre la formación del Estado Moderno sin caer en
generalidades, pues su proceso de desarrollo ocurrió de distintas formas en
cada parte del mundo. Sin embargo, es crucial comprender adecuadamente el
concepto del Estado Moderno: un territorio con fronteras determinadas, un
gobierno común ejercido por autoridades y un sentimiento de identificación
cultural y nacional de sus habitantes como agrupación humana, con asuntos de
interés común.
Los reyes, que con contadas excepciones
habían visto sus poderes mermar gravemente desde la caída del Imperio Romano y,
posteriormente, del Imperio Carolingio, encontraron en la descomposición del
feudalismo una oportunidad para defender sus propios intereses. En algunas
ocasiones, ofrecieron ciertos beneficios al señor feudal a cambio de fracciones
del territorio, aunque en otras se produjeron conquistas violentas –como en
numerosas ocasiones en la Península Ibérica- e, incluso, anexiones de facto,
como ocurrió con los Estados Pontificios por parte del Sacro Imperio.
Así, el Estado Moderno es la
expresión de la manera en que se concreta el colapso del feudalismo: a través
del resurgimiento de los reyes. Es importante destacar que el Estado Moderno
evolucionará, pero el surgimiento de éste ha sido uno de los cambios más
importantes y radicales en la historia política mundial. Es probable que el
Renacimiento nunca hubiese ocurrido sin el surgimiento de estos estados, pues
son grandes vehículos de cambio y son, en sí, un cambio.
Aunque le causase preguntas, a Enrique VIII le gustó mucho el surgimiento del Estado Moderno. |
Mecenazgo
Los artistas han sido, desde hace
tiempos remotos, un gremio por lo general desdeñado y empobrecido, que en
muchos casos han tenido que dejar a un lado su vocación artística por la
necesidad de comer. Así, en la antigüedad surgieron personajes de clase social alta
que apadrinaban a artistas, literatos y científicos para que continúen con sus
trabajos, que serían posteriormente llamados como mecenas.
Aunque el término no cayó en
desuso total durante la Edad Media, el mecenazgo adquiere un papel vital en el
contexto renacentista, pues sin la ayuda de esos nuevos estados que veían su
poder aumentar y que tenían cada vez mayor holgura económica, artistas como Da
Vinci o Michelangelo nunca hubiesen tenido la posibilidad de surgir.
En el Renacimiento existen dos
grandes centros de mecenazgo: durante el quattroscento, Florencia da
apadrinamiento a Da Vinci, Botticelli, Donatello, entre otros grandes y
destacados artistas, mientras que durante el cinquecento los papas Julio II y
León X ofrecieron buenas oportunidades de apadrinamiento a Michelangelo,
Rafael, Bramante, entre otros.
El David no hubiese sido posible sin el patronazgo de los Médici a Michelangelo. |
Siendo así, es probable que sin ninguno de los anteriores procesos descritos el Renacimiento se hubiese dado: si el feudalismo no se hubiese descompuesto, no hubiesen resurgido ni el comercio ni las ciudades, provocando que el Estado Moderno no apareciese y, por lo tanto, naciones poderosas con holgura económica y política jamás habrían permitido el surgimiento de aquellos grandes hombres cuyos aportes perduran hasta hoy en día.
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