La pirámide social renacentista se esquematizaría de la
siguiente manera, recibiendo ciertas diferencias con respecto a la Edad Media.
Sin embargo, la principal es la aparición de flechas entre estamentos, es
decir, que ya no existen diferencias tan marcadas.
A continuación, daremos una breve descripción de cada
estamento:
·
El Rey: Con el poder más grande de la pirámide
social renacentista, el surgimiento del Estado Moderno lo dotó de un grandioso
poder que ya no era desafiado por el clero. Tenía un gran poder sobre todos los
demás estamentos, y estaba generalmente emparentado con muchos miembros de la
nobleza y el clero.
·
Alto Clero (cardenales, obispos, el Papa, entre
otros): Eran las cabezas de las Iglesias católica, ortodoxa e incluso de las
protestantes. Tenían un gran poder social sobre el resto de la población,
considerando que la religión seguía siendo un importante factor de control
social. Sus cargos no eran hereditarios.
·
Alta Nobleza (duques, condes, marqueses, entre
otros): Emparentados directamente con el Rey, su posición era hereditaria y
tenían gran parte del poder político sobre sí. Dominaban algunos territorios y
su posición económica era excelente.
·
Bajo Clero (curas, frailes y monjas): Su
posición era netamente religiosa, por lo que en teoría debían cumplir funciones
eclesiásticas como las del clero alto , excepto por tener un carácter más local
y una posición política-económica muy inferior.
·
Baja Nobleza (hidalgos, caballeros, nobles de
toga): Estaba conformada por aquellas familias cuyo éxito en las finanzas no
había sido el mejor. Eran familias que se empobrecieron a causa de las deudas
por los altos impuestos que se les exigían en la época. También eran aquellas
que despilfarraban el dinero en bienes materiales de gran valor solo para
aparentar poder en la sociedad. Algunos podían llegar a progresar
eventualmente.
·
Burgueses y ricos comerciantes: A pesar de no
pertenecer al estamento privilegiado, en algunas ocasiones podrían llegar a
alcanzar posiciones económicas casi equiparables a las de la alta nobleza.
Habían llegado a través del trabajo a sus puestos, y poseían grandes tierras,
haciendas y empresas. Son ellos quien financian en buena parte el Renacimiento,
pues eran personas más sensibles y conscientes.
·
Niveles modestos (profesionales, artesanos,
entre otros): No tenían una importante posición política ni económica, pero su
surgimiento también es importante en el Renacimiento. Muchas veces obtenían, a
través del mecenazgo, posiciones económicas que les permitirían ascender a ser
burgueses, y a esta clase pertenecían grandes mentes como Da Vinci, Rafael o
Botticelli.
·
Pobres (campesinos, jornaleros, entre otros):
Equiparados al campesinado en la Edad Media. Podían ser trabajadores y llegar a
ascender en la pirámide social, o ser improductivos, como vagabundos, ladrones,
entre otros. Los primeros eran cruciales, pues eran la mano de obra, pero los
segundos no tenían ningún tipo de posición económica y su posición social era
deplorable.
Posibilidad de
progreso social
La posibilidad de progreso social en el Renacimiento es más
factible que en la Edad Media, pues el surgimiento del capitalismo le da un
merecido valor al trabajo. Sin embargo, hay que aclarar que la nobleza no era
accesible más que por lazos sanguíneos, pero la burguesía o incluso el clero
eran obtenibles a través del trabajo y acertados movimientos sociales.
Sin embargo, la desigualdad social era notable. El hecho de
la existencia del absolutismo hacía que, si el albedrío del rey así lo
consideraba, un hombre pudiera ser desterrado o ascendido abruptamente: hay que
recordar que, bajo el absolutismo, es imposible que la justicia exista en
cualquiera de sus aspectos.
Ascenso de la
burguesía
Hacia el siglo XIII, los burgos, es decir, nuevas partes que
aparecían en las ciudades de finales de la Edad Media, ofrecieron una
plataforma geográfica a nuevos miembros de la Pirámide Social que
inevitablemente surgían como consecuencia del capitalismo: los burgueses.
Proveniente del francés burgeoisie, es decir, que habita en los burgos, la
burguesía estaba formada por los comerciantes que poseían talleres en los que
trabajaban artesanos humildes. Esta clase impuso nuevas formas de vida y
cambios en las costumbres, que a la larga terminarían con el sistema feudal. En
el Renacimiento, no había mucho dinero en circulación y las monedas variaban de
un pueblo a otro. Los comerciantes se organizaron en gremios para resolver esos
problemas. Los gremios de mercaderes unificaron la moneda, construyeron bodegas
para almacenar las mercancías y crearon bancos para guardar las ganancias,
además de que controlaban las rutas comerciales y la distribución de los
productos. Con sus actividades mercantiles los burgueses fueron adquiriendo
importancia en la sociedad renacentista, a diferencia de los nobles, cuyo poder
dependía de la cantidad de tierra y siervos que poseían.
Así, la burguesía es una clase aún oprimida pero resultante
del capitalismo y que ofreció una alternativa a muchos pobladores de surgir
económicamente a través del trabajo. Incluso en algún momento, ciertos
burgueses con poder económico realmente amplio como los Médici en Florencia
(además, los grandes propulsores del Renacimiento) o los Borghese en Roma, que
ascendieron a importantes posiciones dentro de la nobleza sin dejar
necesariamente de ser burgueses.
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